Este Halloween se me antojó hacerme un nail art divertido y cuqui, así que me puse a rebuscar entre mis cosas de manicura para ver qué podía hacer. Fue entonces cuando me di cuenta de que no tenía ningún esmalte negro, así que rauda y veloz acudí a Primor para corregir tal desfachatez. Encontré el tono Licorice de Essie (mi marca favorita de esmaltes), así que se vino para casa conmigo (junto con otro par de cosas más, ya que estaba pues había que aprovechar). Es un negro muy brillante y cubre perfectamente con una sola capa. 

Los otros dos esmaltes que escogí de los que tenía en casa son el Braziliant de Essie que es un naranja metalizado muy subido de tono con multitud de micro-shimmer naranja y el tono Tiza de Masglo, un blanco puro precioso. Las calabazas, los fantasmas, los gatos, las calaveras y los murciélagos son vinilos de What's Up Nails. ¡No me digáis que no son una monada!  

Como veis es una manicura súper sencilla, pero muy resultona. Si tenéis hermanas, primas o sobrinas pequeñas podéis hacérsela, porque os aseguro que les va a encantar.